Una habitación para gritar en el PERÚ
Muestra de artista catalana ALICIA FRAMIS que finaliza este 27 de enero en Madrid sugiere una re-significación transversal en territorios con un alto índice de violencia de género así como en espacios donde esta es invisible. Por Paola Paula.
Una mujer se pone de pie sintiendo las fisuras en su traje de piel quieta mientras observa sus heridas y el camino...Es un pensamiento que me evoca a la poderosa obra de Alicia Framis y que me conecta con esas miles de posibilidades de ruptura y quiebre que enfrenta una mujer en una sociedad global que viene ejerciendo sujeción y violencia a diversos niveles .Que atraviesa desde las estructuras sociales hasta el ámbito doméstico.
La narrativa de Framis se de-construye en mi percepción como una bisagra en movimiento...estoy acompañada en mi travesía por la sala expositiva en Alcalá 31 con otras dos artistas; Nieves Sebastián y Alicia De la torre de paso por Madrid. Cada una de nosotras ha dialogado con la obra de Framis titulada La habitación del grito, una instalación de madera insonorizada, revestida de color negro conectada a una impresora 3D. Remitiéndonos a nuestros países de origen: España, Colombia y Perú, hemos exteriorizado indistintos gritos en una performance sorda, como reflejo de una realidad de dolor contenido, aislado dentro de la maleta interna; acústica y en doble dirección. En mi caso viene a mi memoria una cifra, en el Perú en 2018, se registraron 149 feminicidios, ello me hace visualizar rostros, identidades e historias perdidas en un mar de datos difusos e imprecisos...
De allí la importancia de la obra de Alicia Framis, inspirar a otras mujeres al invitarnos a reflexionar sobre la posición de la mujer en el mundo donde vivimos, a través de nuestras relaciones humanas en todos los campos posibles, como el arte, la moda, el diseño, la literatura, la arquitectura, el activismo; y todas las manifestaciones que trascienden los limites de la geografía y las fragmentaciones.